¿MEDITACIÓN?
Para los que por primera vez os acercáis a la meditación, me gustaría puntualizaros:
1. Antes de nada, aclarar un error muy extendido: Meditación no es lo mismo que relajación. Lo que hacemos durante la sesión es lo opuesto, ya que en vez de abandonarnos, trabajamos firmemente con nuestra atención, aprendiendo a focalizarla y centrarla en el presente. Paradojicamente, dado que la meditación supone una aceptación de nosotros mismos y una escucha interior, nos proporciona paz espiritual y eso nos relaja. Es decir, la relajación no es el fin, sino una consecuencia de la práctica.
2. La meditación es una técnica que se desarrolló en Oriente y que lleva funcionando muchos siglos. Su objetivo es el más ambicioso que puede tener un ser humano: conocerse y aceptarse a uno mismo. También persigue eliminar el sufrimiento sobre la base de vivir en el presente. Os explico: si los observamos atentamente, la mayoría de nuestros sentimientos y pensamientos se refieren a hechos pasados o futuros. Los pasados no los vemos de una manera objetiva, sino que nuestros sentimientos y estados mentales los tergiversan. Con los sucesos del futuro hacemos algo parecido, tiñéndolos de nuestros deseos y expectativas. Por ello, además de ocupar gran parte de nuestra vida en tiempos que ya no pueden volver o en un futuro que es incierto, contagiamos la realidad constantemente con nuestra subjetividad. No se cumplen nuestras previsiones y sufrimos. La solución: centrarnos en el momento que de verdad tenemos, el presente, y observarlo sin apegos para vivir más felices y conscientes. Las sesiones de meditación son en realidad entrenamientos de nuestra mente para conseguir este objetivo.
3.Hay muchas técnicas que nos ayudan a conectarnos con nuestro interior (el arte, el yoga, la psicología,…). La meditación para mí es la más potente porque es una experiencia vivencial que no utiliza ningún intermediario ni artificio y trabaja sobre la base de una observación objetiva de la realidad. Crea un silencio, un espacio para que aflore nuestro interior sin ninguna interferencia. Cada uno es su propio maestro y las enseñanzas se experimentan durante la meditación. Eso hace de ella una práctica austera y que requiere constancia para progresar.
4. ¿Que os puede aportar el taller?
-Instrucciones sobre cómo tenemos que trabajar
-Mi experiencia puede ayudaros a contestar vuestras dudas
-Introduzco conceptos -muchos de ellos budistas- que nos permiten comprender la realidad de una manera más clara y objetiva
-Nos damos apoyo mutuo. Meditar en grupo crea una energía especial.
-Intercambiamos nuestras experiencias.
5. La mente es como un caballo salvaje, pero como los caballos, se puede domar. Requiere paciencia. El camino es largo y con altibajos. Sin embargo, no nos hemos de desanimar por eso. Un poco de tiempo que le dediquemos cada día nos hace progresar. Incluso únicamente la sesión semanal nos aportará enseñanzas de gran utilidad que podremos aplicar en nuestras vidas.
¿COMO NOS SENTAMOS A MEDITAR?
Hay varias posibilidades por lo que respecta a la manera de sentarnos a meditar. Podemos sentarnos en una silla, procurando que las piernas queden formando un ángulo recto y los brazos descansando sobre los muslos. Podemos recostar los brazos en un cojín, si de esa manera nos encontramos más cómodos. Es muy importante que la espalda esté recta y los hombros ligeramente hacia atrás para mantener una actitud activa y permitir que la energía fluya por nuestra columna.
También nos podemos sentar sobre una silla de meditación o sobre un cojín. En este caso, colocamos el cojín o la silla sobre una superficie blanda para evitar molestias en las piernas. Podemos igualmente ayudarnos de otro cojín para apoyar los brazos o simplemente reposarlos sobre nuestros muslos. Las piernas se pueden cruzar delante o podemos arrodillarnos colocando los pies hacia atrás. Nuevamente lo más importante de la postura consiste en mantener la espalda recta. En las primeras sesiones podemos ir probando las diferentes posturas hasta encontrar la que nos resulta más cómoda. Si nos costara mantener la espalda recta mucho tiempo, podemos inicialmente recostarnos sobre una pared. No recomiendo acostarse en el suelo por el peligro de relajarse demasiado y quedarse dormido. Puesto que vamos a trabajar la atención, hemos de partir de una postura cómoda pero que nos haga estar alerta.
Muchos maestros dan dos instrucciones básicas y luego dejan libertad al practicante para que vaya descubriendo cómo acceder a su interior por sí mismo. En retiros largos, me parece acertado. Sin embargo, mi experiencia en el taller me dice que son muy útiles unas pautas más extensas para comenzar a trabajar y -sobre todo a las personas más mentales- una explicación de lo que se persigue con el ejercicio. Claro está y debe entenderse que éste es un comienzo que puede resultar útil pero que la práctica ira modificandohasta que poco a poco cada uno lo adapte a sus necesidades.
Cerramos los ojos.Comenzamos siendo conscientes de una función que hacemos a cada instante y que es la nos mantiene vivos pero en la que rara vez reparamos: nuestra respiración. Nos fijamos en la entrada y en la salida del aire en la nariz, su paso por el pecho, la sentimos en el abdomen.Su observación va aquietando los pensamientos. Tambíen nos agudiza la escucha interior y la observación objetiva. La primera enseñanza es observar cómo respiramos sin pretender hacerlo de una manera determinada.
Finalmente, observaremos nuestros pensamientos. Seguimos haciendolo objetivamente, como si estuvieramos viendolos proyectados en una pantalla de cine. Yo me imagino un festival de cortos. Los pensamientos, como los cortos, comienzan, están un momento y terminan para dar paso a otros. Disfrutamos o lloramos con ellos pero no los confundimos con nuestra vida. Son simplemente películas. Si nos quieren atrapar, volvemos a llevar nuestra atención a la respiración.
Al final de la sesión, dejaré un tiempo para que libremente vuestra atención se fije en la respiración, el entorno, el cuerpo o los pensamientos, o vaya discurriendo de unos a otros. En ese momento, con la atención despierta y con un poco de calma interior, quizás afloren vuestras ansias, vuestros temores; quizás os encontreis tranquilos o inquietos y con ganas de acabar. La situación en que os encontreis no tiene ninguna relevancia, pero sí es fundamental que seais conscientes de ella. Sin juzgar, sin dirigir, sin apegaros. No os preocupeis por nada. Sólo estad atentos. El que sabe, está ahí, dentro de vosotros.¡Escuchadle!.
Ya está bien de teoria. La práctica irá mostrando el camino. Yo introduciré más conceptos, más maneras de enfocar, nuevas maneras de trabajar, de observar. Tendremos poco a poco más recursos. Sólo hay que tener paciencia y confiar en la técnica y en nosotros mismos.
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